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Sol y Playa
Centroam. y Caribe
República Dominicana

Un paraíso hecho realidad

Convertida desde hace años en el destino turístico más importante de la República Dominicana, situada en el extremo este del territorio y con más de 50 km. de playas de arenas blancas y aguas cálidas y cristalinas, Punta Cana representa una de los mejores opciones para aquellos viajeros que buscan relajarse en un lugar de ensueño.

Su inmejorable infraestructura hotelera, sumada a las múltiples actividades que proponen los resorts y las muchas excursiones que pueden realizarse, redondean una oferta más que tentadora.

Claro que la estrella son las playas, cuya franja se inicia al norte con la denominada Arena Gorda, siguiendo después por la famosa Bávaro, Playa Ubero Alto, Macao y El Cortecito, que junto con las de Cabeza de Toro, Cabo Engaño y Juanillo conforman el magnífico manto blanco que alfombra la costa.

En cuanto al alojamiento, la gran variedad disponible permite que el lugar sea elegido tanto por familias o parejas como por amantes del golf –existen 12 impecables campos–, lunamieleros y hasta ejecutivos para sus encuentros empresariales.


PASEOS Y EXCURSIONES.


Existe el prejuicio de que en muchos destinos de este tipo la estadía se reduce a pasar los días enteros en la playa disfrutando del sol y la abundante gastronomía, “encerrados” en los resorts. Y si bien no es un mal plan –qué mejor en todo caso–, existen numerosas alternativas de excursiones, que funcionan como el mejor complemento para las jornadas de arena, mar y piscinas.

En Punta Cana, algunas de las principales opciones son:

- Isla Saona: está situada al sureste y cuenta con playas vírgenes rodeadas de miles de cocoteros. Durante la estadía se pueden apreciar numerosas aves y especies acuáticas. Se llega a la isla en un enorme catamarán, en aproximadamente dos horas, y una vez alcanzada la costa se visita una hermosa localidad de pescadores llamada Mano Juan. A lo largo de la jornada, que incluye el almuerzo, también se visitan los gigantescos manglares que separan a la Isla Saona de tierra firme, morada de peces de colores; el banco de arena más grande de la zona, donde habitan estrellas de mar; y una gigantesca piscina natural. El paseo demanda 8 o 9 horas.

- Manatí Park: a poca distancia de los complejos hoteleros, se trata de un parque recreativo con exhibiciones de aves y reptiles tropicales, además de un show con loros y caballos danzantes, y un espectáculo con leones marinos. También es posible disfrutar de la réplica de un poblado taíno, restaurantes y tiendas de artesanía local.

Pero, la propuesta más tentadora –y no sólo para los chicos– es la de poder nadar con delfines. La actividad se realiza en una de las piscinas del parque bajo la supervisión de personal del lugar.

- Parque Ecológico Ojos Indígenas: ubicado al extremo sur de la localidad, cuenta con más de 500 especies de plantas exóticas en senderos que serpentean 11 lagunas naturales.

Más opciones en la zona: Higüey, la capital de la provincia de La Altagracia, donde está la basílica en honor a Nuestra Señora de la Altagracia, protectora del pueblo dominicano, además de otras pintorescas iglesias, casas de artesanías y tiendas de productos locales; y la Casa-Museo de Ponce de León, un pequeño palacete construido por el conquistador y adelantado en los alrededores de la localidad de San Rafael de Yuma.

Por supuesto, vale la pena dedicar una jornada para conocer la capital del país, Santo Domingo. Actualmente, gracias a los trabajos que se efectuaron en las rutas, es posible llegar en apenas dos horas y media.

Un punto ideal para iniciar el recorrido es la llamada Zona Colonial –declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en 1990–, plena de iglesias, edificios históricos y museos. En esta área, además, se encuentran la Calle El Conde, la Puerta de la Misericordia y la Catedral Santa María La Menor. Otros sitios de interés son la Plaza de la Cultura, donde están el Teatro Nacional Eduardo Brito y el Museo de Arte Moderno; el Palacio de Bellas Artes, el Parque Mirador Sur y el pasaje peatonal Bulevar 27 de febrero. Y, obviamente, el Malecón, punto de reunión de los turistas.

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