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Valles, playas y montañas en el sur de Argentina

Una de las provincias más extensas de Argentina, se destaca por la diversidad geográfica y las historias de inmigrantes que anidan sus pueblos. Con San Carlos de Bariloche, Las Grutas y El Bolsón entre sus principales exponentes turísticos, Río Negro alberga un sinfín de parajes en los que disfrutar de los valles y las playas. 

La provincia de Río Negro es un excelente destino donde vacacionar en contacto con la naturaleza; y donde de este a oeste los escenarios naturales son atrapantes.

En el caso de las playas de la costa atlántica conforman un corredor turístico inigualable en la Patagonia Norte. Un punto de partida de este recorrido puede ser Viedma, capital de la provincia, que integra una comarca turística de suma belleza junto a su vecina Carmen de Patagones. Ambas están unidas por el río Negro y ofrecen al visitante sus islas, balnearios, costaneras y una frondosa vegetación que pueden ser apreciados a través de paseos en embarcaciones.

Además, símbolos culturales de la comarca como los puentes Ferrocarretero y B. Villarino, completan la oferta junto a los museos y edificios históricos.

En tanto, para los amantes del sol y la playa, a 20 minutos se encuentra el balneario El Cóndor, con extensas playas y altos acantilados que favorecen la práctica de deportes de viento. También es un sitio muy propicio para la práctica de la pesca, debido a la diversidad de especies disponibles, y para el avistaje de aves de gran variedad en la zona.

Si el recorrido se realiza en auto, esta villa marítima es un hito donde detenerse para aprovisionarse, dado que es el principal centro de servicios del corredor de la costa, que alcanza 180 km. de playas hasta el puerto de San Antonio Este. En este tramo uno de los sitios de mayor interés es el balneario La Lobería y la Reserva Punta Bermeja, donde habitan de forma permanente más de 4.000 lobos marinos.

Siguiendo el camino de la costa desembocamos en el puerto de San Antonio Este. Además de su costanera, playas de canto rodado, el Museo Histórico y los antiguos barrios ferroviarios, alberga la fascinante Salina del Diablo, una gran depresión de 72 m. bajo el nivel del mar donde se hacen excursiones diurnas y en las noches de luna llena.

El Área Natural Bahía San Antonio se encuentra localizada en el sector noreste del golfo San Matías. Un dato a tener en cuenta es que la morfología particular, características oceanográficas y el clima hacen que el agua del mar sea la más cálida de estas latitudes.

En tanto, Las Grutas -ubicada sobre el golfo San Matías- ocupa el segundo lugar de afluencia de turismo en la provincia, después de San Carlos de Bariloche. Este balneario es una óptima alternativa vacacional, ya que ofrece 3 km. de playas, mar de agradable temperatura y rincones ideales para la práctica del buceo. A la vez, se pueden practicar deportes náuticos, como jet-esquí, esquí acuático y windsurf. Otras propuestas son la pesca de costa y embarcada, el turismo aventura, el avistaje de aves y fauna marina, y los circuitos culturales.

Siguiendo por la RN 3 en dirección sur, se encuentran la localidad de Sierra Grande y la villa turística Playas Doradas, lugares privilegiados tanto para las actividades de sol y playa, los deportes de viento y el buceo.

Por su parte, hacia el oeste de la provincia se ubica el valle de Río Negro, un mundo de fertilidad, historias de colonización y memorias de los antepasados. En esta geografía se delineó la ruta del vino, las peras y las manzanas, que abarcan gran parte del Alto Valle de Río Negro.

Ingresando desde el norte, desde Bahía Blanca y a través de la RN 22, recorriendo 164 km. se llega a Río Colorado, portal de entrada a la provincia de Río Negro. Luego, tras 140 Km. se arriba a Choel Choel, para comenzar a transitar el gran valle de Río Negro, rumbo a Cipolletti, pasando por un rosario de localidades, siempre a la vera de la misma ruta.

AL PIE DE LOS ANDES.

La ciudad de San Carlos de Bariloche es uno de los puntos turísticos más atractivos de Argentina, conocido como sede del turismo de aventura. Lo que distingue el destino es la calidad de los prestadores de servicios, que organizan actividades como cabalgatas en familia, pesca deportiva, trekking, parapente, buceo, travesías en kayak, rafting, canopy y mountain bike.

Para los viajeros más entrenados está disponible una red de refugios de montaña que permite unir todos los caminos sin necesidad de volver a la ciudad. Entre los refugios más populares se destacan el Agostino Rocca, el Berghof, el Frey y el Otto Meiling.

Por otra parte, entre las principales excursiones del destino se encuentran el Bosque de Arrayanes, el cerro Catedral, el teleférico del cerro Otto, el Circuito Chico (en los alrededores de la ciudad), las caminatas a orillas del lago Nahuel Huapi, la Ruta de los Siete Lagos, la visita al cerro Tronador, pasando por el lago Mascardi, y la visita al glaciar ventisquero Negro.

Otra opción son las excursiones lacustres que se llevan a cabo en catamaranes que parten desde Puerto Pañuelo, ubicado muy cerca del Hotel Llao Llao.

Finalmente, cuando hablamos de vacaciones de verano, no se puede dejar de mencionar el tour de playas que comienza en la tradicional playa Bonita, en el km. 7 de Bustillo. Es la elegida por los barilochenses. Con pequeñas piedras y arenilla, el lugar goza de mucho sol, buena música, y la Isla Huemul enfrente. Bahía Serena es otro de los puntos más atractivos, siendo más tranquila y con agua un poco más cálida. Mientras que quienes se quedan en el centro de Bariloche pueden disfrutar de la playa pública que está frente al Centro Cívico o la playa del Bicentenario.

Por su parte, 120 km. hacia el sur de Bariloche, se encuentra el valle de El Bolsón. A los pies del cerro Piltriquitrón y recostado sobre la margen del río Quemquemtreu. Atrae no sólo por sus paisajes sino también por su misticismo y su reputación de destino acogedor, mágico y cálido.

La Feria Regional es uno de los grandes atractivos, que ofrece desde artesanías hasta productos alimenticios de las chacras vecinas, pasando por espectáculos musicales y culturales en vivo.

En el faldeo del cerro Piltriquitrón, recorriendo el sendero que lleva hacia el refugio de montaña, se puede encontrar el bosque Tallado, un conjunto armónico extraordinario formado por el arte y el impactante paisaje cordillerano.

Una buena forma de descubrir la ciudad es a través de los circuitos de bienestar. Integrada por emprendimientos que ofrecen servicios de spa, masajes holístico y tailandés, tai chi chuan, reflexología, yoga, reiki, terapia floral, acupuntura, las ancestrales técnicas del masaje indio de cabeza y los menos conocidos masajes tai na. El objetivo es brindar una verdadera experiencia de relax y descanso.

RÍO NEGRO A LA CARTA.

La ambientación al estilo alpino de los restaurantes de Río Negro hacen que sentarse a la mesa sea una experiencia en sí misma. En Bariloche y El Bolsón están disponibles más de cien establecimientos gastronómicos que incluyen restaurantes de alta cocina europea, ahumaderos, parrillas, pubs y casas de té.

Mientras que la variedad de sabores va desde fondues, goulash, truchas, jabalíes, ciervos y quesos ahumados hasta chocolates artesanales, cervezas, pastelería de estilo europea, frambuesas, boisenberrys, moras, saúco y mosqueta.

Por su parte, los vinos y los espumantes rionegrinos son ideales para acompañar la gastronomía andina. Como una experiencia particular, el curanto –preparado bajo tierra, con carnes pescados y verduras, sobre brasas calientes y envuelto en hojas de nalca–, permite disfrutar de un mediodía con tradición en Colonia Suiza.

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