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El ABC de las asistencias al viajero

El boom del turismo en el exterior –en el acumulado de los primeros seis meses de 2017 la brecha cambiaria alcanzó un nuevo récord histórico al incrementar 36% y registrar una sangría de divisas por Turismo y viajes y Pasajes de US$ 5.662 millones–, impulsa el negocio de las asistencias al viajero y cada vez son más los argentinos que toman conciencia sobre los riesgos de salud que pueden suceder durante la travesía, siendo Argentina el país con la mayor penetración del servicio de toda la región.

Por tanto y si bien al momento de emprender la organización de un viaje la prioridad pasa por investigar el destino, aprovechar las promociones aéreas, buscar el mejor precio de alojamiento y seleccionar las excursiones o sitios a visitar; el tiempo de planificación para anticiparse a imponderables y contratar una asistencia al viajero para estar protegidos durante nuestro viaje es ínfimo. De hecho a veces hasta casi nulo porque se lo compra contra reloj en el aeropuerto.

Sin embargo y mirando el vaso medio lleno, en 2016 la mitad de los argentinos que salieron del país por vía aérea lo hicieron habiendo contratado alguna cobertura –las cifras disminuyen cuando se trata de salidas por vía terrestre y fluvial, dónde sólo un tercio de estos viajeros adquiere las prestaciones–, siendo Brasil, México y Colombia, los destinos que más incitaron a los pasajeros a contratar la asistencia.

No obstante, en la parte vacía del recipiente nos encontramos con miles de pasajeros que consideran a estas coberturas como un gasto innecesario; al menos hasta el momento en que se les presenta una emergencia y tienen que pagar grandes cantidades de dinero que no estaba en el presupuesto.

En este sentido, el costo de un seguro médico es mínimo comparado con lo que habría que abonar en caso de que se presentara algún tipo de emergencia. Al respecto y si bien la tarifa depende de muchos factores como el destino, tipo de viaje, la duración y edad, éste suele representar el 3% del costo total del viaje.

LA CONSTRUCCIÓN DE UN VIAJE SEGURO.

En primer término, vale aclarar, que las compañías de asistencias brindan asistencia para solucionar un inconveniente; actúan en el momento que el evento sucede procurando una solución y asumiendo el costo de la misma; ayudan a las personas más allá de las implicancias económicas y brindan una prestación sin costo; operan todos sus servicios a través de una red de prestadores en forma directa: y realizan acciones de monitoreo de cada asistencia en tiempo real.

Por otra parte y pese a que muchos pasajeros se confían ciegamente en la asistencia que brindan algunas tarjetas de crédito, sus montos de cobertura –usualmente– no cubren ni por asomo los costos de la medicina en el exterior; al tiempo que en su letra chica detallan las restricciones en destinos y los bajos apoyos económicos en cirugías o prótesis.

Al respecto, entre sus considerandos, otro punto a atender está asociado a la edad, dado que aún existen compañías que excluyen de sus planes de cobertura a personas menores de edad y mayores de 65 años; pese a que sus riesgos de enfermar o requerir una asistencia médica son iguales o incluso mayores que las de un adulto promedio.

Otro beneficio en la contratación de la asistencia al viajero –no todos los plásticos contemplan estos servicios gratuitos- es el modo en que cubre los gastos médicos. Al contactar con el número de asistencia de la aseguradora, se podrá saber a qué centro sanitario dirigirse sin la necesidad de abonar nada ni esperar futuros reembolsos. Vale destacar que, por ejemplo, en Estados Unidos el solo hecho de llamar al 911 (emergencias) implica un costo alrededor de US$ 3.000, por gastos de visitas médicas, envío de ambulancias, traslado al hospital e ingreso al mismo; a esto se sumarían los expensas por los exámenes correspondientes que el paciente requiera.

DE PRIMERA MANO.

Andrea Calvani, de Marketing & Publicidad de Universal Assistance, destacó que en la primera mitad del año el mercado creció un 30% respecto al mismo período de 2016, y enfatizó que los pasajeros prefieren viajar protegidos y son conscientes de los riesgos y costos que puede implicar viajar sin cobertura. “La asistencia al viajero no es meramente una cuestión de números, también hay un factor humano que implica la contención y el apoyo en momentos de emergencia. Nuestras coberturas médicas cubren accidente/enfermedad, tope por preexistencia, medicamentos, odontología; además de traslado aéreo sanitario, asistencia legal, localización de equipaje y extravío de documentos”, especificó Calvani, para continuar: “Tenemos una gama de productos variada y amplia, que van desde los US$ 25 mil hasta los US$ 300 mil. Uno nunca sabe con qué eventualidad se puede encontrar en un viaje, y el costo que esto generará: por eso recomendamos, sea cual fuere el destino, viajar siempre con una cobertura no menor a US$ 80 mil”.

Al respecto y tras asegurar que los clientes aprovechan las promociones de financiación y upgrade de los convenios con la tarjeta Visa, la ejecutiva ponderó las promociones vigentes durante todo el año para los jóvenes (de entre 16 y 25 años), estudiantes (de hasta 40 años) y parejas (entre 21 y 70 años) los cuales tienen un 50%, 25% 20% de descuento, respectivamente; mientras que cuentan con un plan familiar con una tarifa especial para aquellos que suelen viajar a los parques Orlando.

Desde Assist Card Argentina, Jerónimo Pou, country Manager de la compañía, manifestó que en 2016 cambiaron la estrategia del negocio y en 2017 los resultados ya son alentadores con una rentabilidad superior del 6%. “El viajero argentino ha tomado mayor conciencia de la importancia de viajar protegido, y con ello de a poco va aprendiendo cómo y cuándo usar Assist Card. De hecho casi el 70% de los viajeros contrata el servicio”, explicó.

En relación al producto estrella, ideal para que los viajan en familia a Estados Unidos, señaló el SMART multitrip. “Se trata de un plan de asistencia típico que incluye una cobertura máxima de US$ 60 mil, asistencia ambulatoria, compra de medicamentos, hospitalización, odontología de urgencia, reembolsos por gastos por vuelo demorado o cancelado, lesiones ante práctica de deportes y traslados sanitarios”, remarcó, para subrayar: “Los clientes que tienen un inconveniente no deben automedicarse. Deben descargarse la App de la compañía para acceder a un médico a domicilio y sí el pasajero presenta síntomas mayores debe contactarse directamente con el call de asistencias para que ellos le gestionen la misma; al tiempo que sí el síntoma es muy grave deben dirigirse directamente a una clínica y una vez allí contactarse con Assist Card.”

Por último, Pou declaró que las alianzas y estrategias comerciales son parte de la esencia de la asistencia para sumar más clientes y señaló que en este primer semestre cerraron nuevos convenios con Aerolíneas Argentinas y First Data Mastercard.

Habiendo mejorado la calidad de los negocios, que se replicó en un incremento de la facturación en los primeros seis meses del año, Diego Cuevas, director Comercial en Interassist (interassist-Travel), admitió que si bien el interés de los viajeros por contratar una asistencia es moderado, los pasajeros prestan mayor atención a las promociones estacionales respecto al producto. “Una cobertura típica cubre atención médica por accidente o enfermedades repentinas y agudas, medicamentos, internaciones y otros tipos de contratiempos que pueden surgir como gastos por demoras en los vuelos, en la entrega del equipaje o incluso en caso de cancelación”, dijo, y añadió: “El plan más solicitado es el Inter 100, sugerido para los que viajan a Estados Unidos, que cubre US$ 100. mil y tiene coberturas ampliadas para enfermedades preexistentes, pérdida de equipaje y seguro de cancelación. Este plan está orientado al público que quiere viajar bien protegido por un valor razonable.”

Consultado por la mecánica y los procedimientos que deben seguir los clientes ante un problema en destino, Cuevas sostuvo que el pasajero debe comunicarse con el call central de atención y en función de lo que ocurra los operadores calificados ofrecerán la mejor alternativa, ya sea enviar un médico al hotel o derivar al paciente a un centro médico cercano.

Los clientes tienen un mayor nivel de conocimiento sobre el negocio de las coberturas, lo que se traduce en más exigencia a la hora de contratarlas”, recalcó José Luis Fernández, gerente de Ventas de Omint Assistance, para estimar que el 65% de los pasajeros que salen al exterior están protegidos.

En cuanto a los productos recomendados para los pasajeros que viajan al Caribe, hizo hincapié en la prestación Global, que contempla una cobertura médica por US$ 50 mil, asistencia de pre existencias, médico online en español, cobertura de prótesis y odontología. “Aquellos que adquieren un producto de Omint Assistance también cuentan con la innovadora opción del servicio de video-llamada con un médico argentino”, ponderó, para expresar: “Entre las promociones y convenios sobresalen el 35% de descuento en los productos Euro y Traveller; un el 25% off en la prestación Global; y la promoción del 20% de descuento del segundo al cuarto pasajero en el Pack Grupal.”

Reconociendo que el ticket promedio disminuyó mientras que las ventas crecieron en cuanto a unidades, Juan Briones, director Comercial de Cardinal Assistance, celebró que cada vez hay más conciencia en la necesidad de viajar seguro. “Lo más importante de una buena cobertura es un monto económico adecuado pero que cubra los gastos médicos de acuerdo a los destinos”, expresó, para detallar: “La tarifa media se encuentra en el orden de los US$ 50 mil, la cual da garantía para estar bien cubierto en Estados Unidos y el Caribe; después de esto la calidad de la red médica asistencial es lo que identifica a una buena compañía”.

Para concluir resaltó que ante cualquier eventual en destino todas las líneas telefónicas de Cardinal Assistance están operativas para instruir y derivar la atención en forma directa y sin desembolsos de dinero.

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